La distancia y la sumisión.

    Como se pueden imaginar, en cualquier relación es necesario el contacto físico, un poder ver, besar, abrazar… Y una relación D/s no es menos que las demás. 

Es muy importante poder sentir el cuerpo del Dom, estar en posición con los ojos clavados al suelo y escuchar sus pasos en la madera del suelo, es importante sentir el levísimo sonido de apoyar cualquier objeto sobre la cama, el querer mirar y no poder, es importante sentirse inmóvil, y al mismo tiempo libre, y eso es algo muy difícil de lograr cuando una persona sumisa está sola.

Muchas veces, tras una sesión el cuerpo es el que menos cuidados necesita, (ojo, no descuiden ni menosprecien nunca un buen aftercare: curar posibles heridas, tanto físicas como psicológicas que puedan ocurrir en la sesión) que, con un abrazo que de sensación de protección, basta al menos para aliviar esa sensación, de estar al límite de mil cosas, el sentir, que si la sesión durase dos minutos más, no lo soportaría ni el cuerpo ni el alma. Pero al mismo tiempo sentir que la parte más  intensa ya pasó, y ahora es el Dom el que presta toda su atención en hacer que la sumisa se sienta mejor que nunca, reconfortándola con lo que necesite.

La distancia no es plato de buen gusto para nadie, eso ya es sabido por todos. Sean o no de la comunidad BDSM, saben lo mal que se pasa al necesitar el abrazo de alguien, o sentir una caricia inesperada, desearla con toda la fuerza del mundo y no poder hacer nada con respecto a ello, esa sensación de impotencia es algo que duele, y duele mucho más de lo que cualquier persona pueda creer.

No se puede negar tampoco, que un dominante lo pasa mal al ver sufrir a su sumisa por algo que él, en caso de estar en su presencia podría remediar y mitigar esa sensación.


Y aquí volvemos a las preguntas de quienes me leen ¿Qué trato de decir yo con todo esto? Las miles de sensaciones escritas con las que trato de expresar mis sentimientos hacia lo que, a día de hoy, es de mis mayores torturas. La distancia, es algo que no se suele tener en cuenta a la hora de hablar de BDSM. Si se pregunta a la gente la mayoría diría que es algo de parejas cercanas, no se imaginan dichas escenas que tantas veces buscaron en una pestaña de incógnito (no se hagan los santos y las santas, todos sabemos que lo hacen jajaja) realizadas por parejas a 800, 900, 1000 o más kilómetros de distancia, a las cuales no les es posible verse tanto como les gustaría. Así que piensan que eso es imposible, pero damas y caballeros, permítanme decirles que están equivocados.


Además de eso, está esa sensación de soledad, que asoma la patita cada día que una está de bajon, cada día en el que necesito un abrazo, una caricia, un beso. En esos momentos en los que simplemente uno necesita un abrazo silencioso en el que se demuestra todo sin decir nada, esa sensación de protección que no necesita nada más.


¿Cúal es la diferencia entre estar con amo, o sin él? La verdad hay muchas, Amo es una persona con la que puedo sincerarme. Puedo decirle cuando necesito estar con él, todos y cada uno de los momentos en los que necesito cariño, como sumisa, como persona, como ser vivo en sí. Todo esto ya pasaba antes de ver a Amo, ya necesitaba cariño de su parte. Y cuando pude verle, cuando pude sentir la piel de Amo sobre la mía, sentir su mano azotándome, acariciándome, rodeando mi cintura, esa sensación de que todo era real, de que Amo no era una cosa que mi cabeza se había montado, o quizás algún loco por ahí que tenía ganas de tocar las narices (por decirlo finamente). Y pudiese estar jugando conmigo; esa sensación fue para mi de las mejores del mundo, pues por una vez, estaba con quien quería estar, y cuando quería, él donde… lo dejamos en incógnita mejor jajajaja. Esa sensación de piel con piel, es la que se necesita en esos momentos (sobre todo la última cuando es un día chof).


Yo me despido aquí por hoy, tras un día largo de darle al coco para saber cómo explicar esta sensación, de una forma en la que más o menos se entienda lo que pasa por mi cabeza, cosa que muchas veces no entiendo ni yo, pero poco a poco, van tomando forma.


Comentarios

  1. Por desgracia ocurre más a menudo de lo que quisiéramos. Y solo hay una forma de superarlo, aprendiendo a disfrutar de la soledad. Cuando uno es feliz en soledad la distancia con el Amo se acorta. Porque ya no es una necesidad. sino un complemento.

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